El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o bien rechinar los dientes sin propósitos funcionales. Afecta a muchas personas y puede acarrear cefalea y dolor en la parte de la mandíbula. Una forma de tratar este hábito es con terapias de relajación . El origen del bruxismo puede ser local, un estado de ansiedad. También se han estudiado factores genéticos y asociaciones con otras causas que derivan a ello como las alergias.
Puesto que la negación del paciente ante un estado de agobio es muy característica y el cuadro clínico puede ser asintomático.
Las hipótesis en lo que se refiere al problema sugieren un papel importante en la salud dental, por ejemplo: cerrar mal la boca altera mecanismos nerviosos centrales además de inconvenientes musculares. Los factores psicológicos también tienen que ver en la alteración del transtorno.
El bruxismo tiene un movimiento distinto a cuando comemos . Cuando el diagnóstico es establecido durante un examen dental y si en estas personas las lesiones acostumbran a ser mínimas o bien imperceptibles, no está indicado ningún tratamiento local sino se establece la atención a los trastornos de ansiedad.
Parece que el bruxismo nocturno puede llegar a aparecer en los instantes en los que el paciente efectúa movimientos de su cuerpo o bien extremidades, notándose una tensión generalizada y más acusada en aquellas partes del cuerpo que en ese instante del sueño se activan. Si el paciente duerme en esos momentos con alguien, esta persona puede sentir de qué forma el bruxista al moverse le golpea y/o desplaza sus piernas o bien brazos y cómo al tiempo hace los propios rechinar de dientes.
Existen dos tipos de bruxismo: cuando apretamos los dientes y cuando los rechinamos ; y pueden ser nocturno y diurno, en general, el paciente que lo padece por las noches no es consciente del problema, normalmente se dan cuenta los compañeros de cama o bien de habitación alarmados por el ruido de los dientes, y asimismo los dentistas que observan los estragos causados por este problema en los dientes.
Normalmente afecta a los adultos y niños y a los dos sexos por igual aunque la edad más usual de inicio está en los adultos.
El bruxismo diurno acostumbra a ser más apretador que rechinador, el bruxismo nocturno puede ser de las dos formas: en algún momento del día, así sea por el trabajo o por cualquier otra causa, se ha cogido el hábito de apretar con los dientes al mismo tiempo.
¿ y cómo se trata?
El tratamiento está relacionado con el peligro de lesión dentaria y su posible afección muscular. En los casos más graves, es precisa la colocación de una protección bucal de resina o bien plástico, conocida como férula de descarga, para impedir la lesión permanente y afección de los dientes. Además la férula de descarga, desde sus primeros días de su uso, elimina el dolor de quijada, de cabeza o bien de oídos, así como otras molestias que puedan haber aparecido debidas al desgaste de la musculatura de la mandíbula e incluso sin el empleo de la férula se pueden llegar a tener mareos debido a la gran presión ejercida sobre la quijada.
No se conoce ningún tratamiento farmacológico eficaz. Como ya se dijo el origen del bruxismo puede ser diverso, pero el desencadenante será siempre un estado de ansiedad y el único tratamiento es la relajación.
Cuando la persona se halla en un estado de agobio experimenta ansiedad y nerviosismo originando un estado somático de tensión de la musculatura . La tensión muscular acumulada es liberada a través de muchos medios y uno de ellos -el que nos resulta de interés- es el frotamiento o apretamiento de los dientes.
La fitoterapia ha indicado varias plantas para calmar los síntomas que lo detonan como el espino albar,valeriana y la yerba de San Juan. Para calmar los nervios y el estrés. También la hipnosis y otras terapias alternativas, la modificación de ciertos comportamientos en la vida cotidiana pueden reducir esta afección. Se suele implementar la relajación de la musculatura con masaje y tratamiento de la articulación temporo-mandibular con osteopatía como alternativa viable para la reducción y supresión de los estados de nerviosismo, agobio y ansiedad causales del bruxismo.
Otros métodos para generar un relajamiento corporal: aromaterapia, implementación de elementos visuales o bien auditivos como música clásica, sonidos de pájaros o bien naturaleza, técnicas orientales como el yoga, también la técnica craneo-sacral calma bastante.
En el tratamiento estos hábitos tanto en adultos como en niños el dentista podrá incorporar la técnica que considere o realizar una combinación de ellas, deberá conseguir relajar los músculos de todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, eminentemente en los músculos de la frente, cuello y espalda pues en estas áreas es donde mas se acumula la tensión.
Para ello seria recomendable acudir a un profesional , en el Centro Mompó les podemos ayudar con ese tipo de problema, tenemos a su disposición muchas posibilidades.
