El masaje facial

 

masaje facial

El masaje facial abarca una serie de técnicas basadas en manipulaciones manuales sobre el cutis con el propósito de que los tejidos cutáneos dérmicos y musculares preserven por el mayor tiempo posible su elasticidad y firmeza, y dar de este modo al semblante una apariencia juvenil y bella.

Es por si fuera poco, un tratamiento de belleza muy común y muy buscado, principalmente por las mujeres, ya que como todo masaje, llena la piel de grandes beneficios. Y puesto que nuestra cara es nuestra carta de presentación, merece la pena sostenerla firme, elástica y brillante.

Los tratamientos faciales son poco a poco más populares, hoy día dados las ventajas del masaje, se acompañan de un masaje en el cutis. El cual, justamente es de las partes que más  suele gustar a la gente por la sensación de confort y relajación que genera.

Tenemos qeu tener en cuenta que en la cara tenemos una musuclatura muy compleja , que al igual del resto de los otros músculos del cuerpo,  requieren  de atención y también son susceptibles a la flacidez, o a la tensión.

El masaje facial es ideal para eludir y calmar las tensiones del día a día que se reflejan en nuestra expresión facial

Efectos

  • Activa toda la circulación sanguínea
  • Acelera la circulación linfática
  • Acelera la regeneración celular del cutis
  • Aumenta la producción de glóbulos rojos
  • Suprime toxinas
  • Elimina bolsas en los ojos
  • Elimina ojeras

Mejora el contorno facial

Pasos para el masaje facial

Es una técnica simple. Usted mismo puede aprender a realizarla, y darse sus propios masajes faciales en casa cuando tenga gusto.

Puede emplear su crema facial de empleo diario, o,  aceite mineral o bien de alguna fragancia como el de almendras.

Comienza en el escote. Efectúa movimientos cara arriba solamente con  las yemas de los dedos y ambas manos de forma suave sin ejercer presión.

En el cuello prosigue con los movimientos hacia arriba con  las yemas de los dedos, las palmas de tus manos o bien  los nudillos.

Desliza los dedos sobre tu semblante, siempre y en toda circunstancia hacia arriba. Puedes emplear movimientos rectos o circulares.

Busca el centro  de la frente y con la palma de tus manos, masajea cara fuera, en dirección cara las sienes.

Masajea alrededor de los ojos, siguiendo su contorno, da golpes pequeños y ligeros con las yemas de los dedos, en el hueso de la fosa orbital.
Haz círculos cara arriba con tus yemas a ambos lados de la nariz.

Ejercita con tus manos una pequeña presión sobre tu frente.

Ahora, por último date pequeñas palmaditas en la cara y listo!.

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