Dar un masaje de espalda en 5 pasos

¿Has soñado alguna vez con recibir, en ocasiones, un masaje relajante sin salir de casa y sin gastarte un duro? ¿sabes cómo persuadir a alguien de que aprenda a darte un masaje?

Indudablemente, la mejor solución es, como acostumbra a decirse de forma coloquial, “practicar con el ejemplo”. El masaje es, la mitad arte y la mitad ciencia pero, sobre todo, es ganas. Ganas de generar un bienestar general en la otra persona y conseguir el efecto deseado.

Las ventajas de los masajes

 

Masajes profesionales.
Buscas un masaje profesional…

Las ventajas de los masajes han evolucionado desde tiempos remotos hasta nuestros días a través de técnicas sencillísimas para proporcionar relajación y favorecer el sueño, hasta el desarrollo específico de algunas más complejas y dirigidas a aliviar o bien eliminar dolencias específicas.

Entre los primordiales efectos que se logran por medio de los masajes “caseros”, al lado de los rigurosamente profesionales, caben resaltar los siguientes efectos:

Fisiológicos-higiénicos: dan mayor vigor al organismo o bien aliviar el cansancio.
Terapéuticos: optimizan la conciencia sensorial dando relajación y bienestar.
Estéticos-higiénicos: relajan el agobio y devuelven al músculo su tono.
Sicológicos-anímicos: regulan y calman la tensión psico-física.

El masaje de espalda, ¡perfecto!
En la espalda se hallan un gran número de terminaciones inquietas. Por si fuera poco, es una zona del cuerpo que desarrolla un enorme esfuerzo físico de mantener la postura propia del humano para pasear erguido. Por esta razón, acostumbra a ser un buen punto de partida para empezar a comenzarte en la técnica de los masajes.
Masaje de espalda en 5 pasos
Un masaje de espalda en cinco pasos
Antes de seguir, es esencial que coloques al destinatario de tu masaje boca abajo, sin ropa y plenamente estirado. Un poco de música ambiente, una luz sutil y una temperatura agradable van a ser esenciales para que pueda relajarse y disfrute y aproveche al máximo todos las ventajas de esta práctica. Ten presente que debes tener las manos limpias y aplicar algún aceite o crema hidratante a fin de que el contacto cutáneo sea el conveniente.

A continuación, te especificamos, paso a paso, de qué forma debes utilizar tus manos para lograr realizar un masaje completo, sencillo y muy ventajoso. ¡Toma nota!

Pone tus manos sobre el borde de los omóplatos y efectúa un masaje, arrastrando suavemente todos tus dedos, de arriba cara abajo, firme y suavemente, sin realizar presión.
Después, procede a situar tus manos a los dos lados de la columma vertebral desde el cuello al sagrado. Se denomina “técnica del amasamiento” y eso es, exactamente, lo que vas a deber hacer: simular que estás amasando los extremos de la columna lenta y profundamente. Con este procedimiento lograrás aflojar la tensión muscular.
Desliza tus puños a los costados de la columna desde el cuello al sagrado. Cuando llegues a esa zona, separa las manos hacia los costados y sube deslizando las manos en forma ondulante por toda la espalda. Debes efectuar ese movimiento hasta llegar al hombro, donde deslizarás tus manos hacia la zona del cuello donde vas a deber regresar a empezar.
Otra práctica muy agradable es siguiendo el mismo tipo de masaje anterior pero apoyando la palma de la mano desde los hombros hasta la cadera. Por medio de la técnica del deslizamiento, con toda la mano, por toda la espalda, desde el cuello cara la cadera, abriendo hacia los laterales, vas a deber volver a la situación inicial.
El último movimiento será el de deslizamiento en cuello, hombros y bajar por los brazos hasta las manos.

Las reiteraciones de estos pasos ya dependen de ti y del bienestar de tu receptor. Ten siempre y en toda circunstancia presente que no debes realizar estas prácticas con prisa, bajo presión o si no es posible crear una atmosfera de calma y relax en tanto que el principio básico del masaje es… ¡relajarse y disfrutar!

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